martes, 3 de julio de 2018

La velocidad

Puedo quitarme de muchos vicios y rituales socializadores, pero si hay algo a lo me cuesta desengancharme es a la velocidad. Hay unos virtuosos que tienen la habilidad de moverse a altas velocidades. Y nos referimos a movimiento en espacios físicos. Bien, yo tengo el superpoder de moverme a alta velocidad en el tiempo y siempre fuera de cualquier compás. ¿El hecho de llamarse superpoder implica que es algo positivo? No lo creo.

Podemos expresar cómo conceptualizamos el tiempo —algo abstracto— en forma de espacio —algo más concreto... a través del lenguaje. Por eso podemos hablar de cosas que “ocupan” nuestro tiempo o de dar “saltos en el tiempo”. También hablamos de “no poder dejar el pasado atrás” o “mirar hacia delante”, estableciendo las correlaciones pasado-atrás y futuro-delante, correlaciones surgidas teniendo como punto de referencia nuestro cuerpo.

En alguna que otra ocasión todos hemos leído que un exceso de pasado en el pensamiento desemboca en depresión y que una tendencia a vivir pensando en el futuro favorece la presencia de síntomas ansiosos. Entonces, la pregunta que nos deberíamos preguntar es: ¿por qué nos cuesta tanto vivir en el presente si vivir entre el pasado y el futuro nos ocasiona tanto sufrimiento?

Quería traer aquí una cita de Pascal que leí hace muchos años y que me invita a la reflexión en muchas ocasiones:

“Tout le malheur des hommes vient d'une seule chose, qui est de ne savoir pas demeurer en repos dans une chambre”.
[Todas las desgracias del hombre se derivan del hecho de no poder estar tranquilamente en una habitación].

La peor de las desgracias hoy en día es estar encerrado en el contenedor de una mente que va a alta velocidad y te dificulta el ser consciente del momento que estás viviendo. Si necesitabas una excusa para hacer deporte, ya la tienes. ¡Deja de moverte en el tiempo y empieza a moverte en el espacio! Pero de forma consciente, sin pilotos automáticos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario