domingo, 22 de abril de 2018

Indilandia

Mi pequeño tributo al indie español

Lo siento por interrumpir, de verdad. Admito que podría perfeccionar algunos vicios en mis días raros y dejar de escribirte. Creo que me lleva pasando lo mismo desde 1999. Ni idea, el caso es que he vuelto allí donde solíamos gritar y, te soy sincero, no exagero si te digo que mordería el agua por ti y por verte de nuevo con tus defectos. Así, sin efectos, como al principio. Benditos principios. A veces me pregunto cómo pudimos llegar a conocernos siendo tan pequeño el universo.

Por si quieres saber por qué te escribo, solo he venido a preguntar. ¿Recuerdas esas noches de incendio en las que nos besábamos hasta que el sol nos diera calambre? Aquel mundo era mi realidad. Podíamos vivir en cada aliento lo que los demás en un año entero. Tú y yo los dos a medias íbamos a conquistar la ciudad. Ahora dicen que ya no piensas en mí, que te has vuelto nihilista y que sueñas con no soñar. ¿Cómo llegó lo nuestro a convertirse en una sucesión de rituales de enfados y canibalismo estúpido? Al final fueron demasiadas horas en vela sin nada que decir. 

Ahora es momento de pensar en nuestros defectos y situarnos en un rol más triangular, de dejar de decir lo siento por los fallos en la conexión y nuestra ausencia de coordinación, de dejarnos de dulces mentiras y contarnos la verdad, de dejar de jugar a ver quien deja antes de llamar cuando todo vaya mal. Tenemos cosas en común: venimos del mismo lugar, de un año de mierda, de rabia sexual. Que sí, que dejarse llevar suena demasiado bien, pero que hagas que crea que el equilibrio sea posible cada vez que vienes y hablas de nosotros dos.

Pero, por favor, no esperemos más tiempo del necesario. No me conformaría con que me resumieras tu noria de vida en un solo café, estando acostumbrado a verte amanecer. Ojalá que esas noches fueran reversibles. Dejemos que el silencio que hay ahora mismo entre nosotros se convierta en un despertar y cambiemos los roles si quieres: disfrázate tú de mí y déjame que me deslice yo por ti esta vez.

2 comentarios: