sábado, 2 de abril de 2016

Ahora que todo nos va tan mal

Mi no carta hacia ti:

«Me apetece mucho no escucharte,
sentir la cama vacía,
y que nadie me devuelva la mirada.
No me mal-interpretes si te digo que ya no te quiero,
que ya no pienso en aquellas tardes de diciembre
y que ya no sueño con soñar contigo.

No me gustaría que leyeses esto,
pero no te voy a prohibir que lo hagas.
No quiero acabar esta reflexión mal-diciendo
que fueron malos tiempos en los que tú y yo empezamos a soñar.

Quizá no acertamos con el tiempo.
Quizá no acertamos con la ciudad.

Pensarás que soy negativo,
y posiblemente un cabrón.
No te equivocas».


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