jueves, 6 de octubre de 2016

Dime cuánto buscas y te diré cuánto te pierdes

¿Qué es la felicidad?

Hablemos de ilusiones. En mi propia definición de ilusión podría entrar una mezcla de pasión y sueños. Parte de realidad y parte de fantasía. El siglo xxi está acabando vertiginosamente con los sueños y con las pasiones. Ahora todo lo puedes tener en un “aquí y ahora” y los esfuerzos parecen ser cosas a las que es mejor temer. Nos hemos vuelto, además, muy controladores: no nos basta con intentar llevar nuestra vida adelante, también queremos tener el control de la vida de los demás. Somos los mejores consejeros en cuanto a vidas ajenas, por supuesto.


Te dicen que para ser feliz tienes que tener terminada una carrera, tener un coche, una mujer, una casa a tu nombre, un trabajo fijo e hijos, claro. ¿Se puede pedir más a ser feliz? Cada vez hay más casos diagnosticados de depresión, TDAH, trastornos de ansiedad generalizada y, ¿qué se hace al respecto? Seguir incrementando las exigencias externas.

¡Cómo si ya no tuviéramos suficiente con las internas!

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