Reconozco que a veces en los detalles me pierdo; me perdía entre los senderos de tu espalda para encontrarme con la rigidez de tu cuello; cuello con los pelos de punta de gemidos y susurros por tu aporada piel; piel de gallina como el que escribe este verso; verso que describe cómo es y era tu presencia; ¿presencia? No nos engañemos, tú sola marcas la diferencia.
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