jueves, 24 de abril de 2014

Bienvenido a la tercera década de tu vida

Entré en un mundo que era voluptuoso y efímero en este tiempo,
y yo acostumbrado a mi burbuja de ladrillo y cemento.

Empecé con sonrisa radiante,
y lo dejé todo para vivir en la calle.
quise comerme el mundo,
y el mundo me comió en un segundo.

No es culpa de la ansiedad,
cuando eres tú quien tiene en la cabeza un planeta mental.
No es culpa de que tú te ahogues solo con ver el mar,
pues hay gente que toma pastillas para no soñar.

Mi último remedio es vivir a escondidas de la mente,
y con un poco de ganas y pasando de la gente,
quizá con el paso del tiempo sea más que suficiente.

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